Hace varios años, cuando hablábamos a las tiendas multimarca acerca de la moda sostenible, sus responsables de compras nos decían que no era un producto “vistoso”. Los elementos que venían a su mente eran colores neutros, materias primas naturales, y un entorno minimalista. Aquel estereotipo en cuanto a producto también era compartido por el cliente final visualizándose como “un vestido de lino en tonos naturales, corte holgado y aspecto rústico”.

En cuanto al modelo de negocio, los calendarios de trabajo y las condiciones comerciales y de producción diferentes a los de las marcas tradicionales, determinaron que las nuevas marcas sostenibles no fueran la opción mejor valorada en las tiendas multimarca tradicionales.

Una nueva realidad

Hoy nos encontramos ante una realidad diferente:

El movimiento de moda sostenible ha evolucionado notablemente y lejos de proponer un uniforme naif, invita a cada individuo a expresar su estilo y estética. Cada persona, según sus circunstancias, contexto y preferencias, puede desarrollar una manera de vestir singular y acorde a sus valores. En otras palabras, las marcas emergentes de moda ética han superado este desafío de diseño y tienen la capacidad de conectar con múltiples nichos de mercado.

A nivel comercial, las propuestas se han profesionalizado, mejorando la oferta de producto, las condiciones de venta, los calendarios y el cumplimiento de plazos. El cliente por su parte está más informado sobre el impacto de la moda en el medio ambiente y las personas que trabajan en ella. Se interesa por la procedencia de las prendas y, poco a poco, está modificando sus hábitos de consumo.

Las tiendas multimarca están adaptándose a las nuevas necesidades del mercado para continuar siendo un espacio de compra cercano y de referencia. Están realizando compras mas pequeñas que permiten una rotación mas rápida de mercancía, especializándose al máximo, dando lugar a diseñadores poco conocidos y marcas emergentes, generando una experiencia de compra con valor añadido.

Lo que queda por hacer

Aunque actualmente las marcas de moda emergente son una excelente opción para este canal de distribución, todavía hay una barrera por superar: la del agente comercial. Debido a la falta de relevo generacional, formatos rígidos de trabajo o altos costes operativos, no suelen trabajar con este perfil de marcas.

Para superar este obstáculo, es esencial fomentar nuevas formas de colaboración y adoptar modelos de negocio más flexibles. Es crucial facilitar la transición de las tiendas multimarca, asegurando que no solo se adapten y abran sus puertas a las tendencias actuales, sino que incluso se conviertan en un referente de la moda sostenible.

La moda ha recorrido un largo camino y continúa evolucionando. Las marcas emergentes tienen la oportunidad de liderar este cambio, conectando con consumidores conscientes y adaptando sus modelos de negocio para superar las barreras que aún existen. En este viaje, cada paso cuenta y cada desafío superado nos acerca a un futuro más ético y sostenible en la moda.